Se desconoce Detalles Sobre La palabra de Dios en momentos críticos
En efecto, si trabajamos y nos esforzamos es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.
El sufrimiento de Cristo es un tema fundamental en los textos bíblicos. La Biblia nos muestra claramente que Jesús sufrió de modo intensa y profunda por simpatía a la humanidad.
Hablaremos más acerca de la soberanía de Dios más adelante en la clase, pero baste para asegurar que un estímulo que recibimos en medio del sufrimiento, un «ancla del alma» como señala el autor de Hebreos, es que Dios no se sorprende por el sufrimiento y él no comete errores.
Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su simpatía en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha poliedro.
– Recapacitar que el sufrimiento no es en vano y entregarse en manos en que Dios puede usar nuestros sufrimientos para su salvación y nuestro crecimiento espiritual.
Carta de Pablo, servidor de Dios y Apóstol de Dios para Orientación espiritual basada en la Biblia conducir a los elegidos de Dios a la Convicción y al conocimiento de la verdadera piedad, con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antiguamente de todos los siglos por el Dios que no miente.
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Textos bíblicos para el bautismo en agua: La importancia de los versículos inspiradores en este sacramento
A pesar de las dificultades y el sufrimiento que podrían confrontar, es crucial rememorar que valen más que cualquier cosa en este mundo, pues Dios cuida sus vidas desde los cabellos de su vanguardia hasta el último detalle.
Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes –oráculo del Señor–: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.
La esperanza del retorno del Hijo del hombre nos inspira a continuar predicando el evangelio en medio del sufrimiento y la traición, con fe firme y confianza en Dios.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, quien según su excelso misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Nazareno de entre los muertos (1 Pe 1:3).